viernes, 7 de noviembre de 2008


¿Se nos cae el Mercado?

Seguramente más de un Fan de la izquierda o uno de nuestros connotados líderes políticos estará pensando esto y tal vez desempolven en no pocos días sus antiguos libros doctrinales y empiecen a planear una nueva batalla contra la civilización occidental.
Lamentablemente para la gran mayoría de mis amigos socialistas dicha algarabía no pasa de ser una suerte de esperanza irracional, y es que el hecho de comparar la caída del Muro de Berlín punto de inflexión real de la caída del experimento socialista en Europa con la supuesta “quiebra mundial y desplome de Wall Street” como desplome mundial del Capitalismo resulta bastante ficcional y por demás salido de algún cuento de Edgar Allan Poe. La crisis mundial a la que la gran mayoría de economistas ha denominado como una crisis del sistema de mercado, no pasa de ser una suerte de un pésimo análisis lógico, entre confundir una causa con un efecto. Se aduce que el sistema capitalista ha generado una vez más una crisis por que lleva en sí misma la semilla de su autodestrucción, es decir las instituciones propias del sistema, como son la propiedad privada, la competencia y el libre mercado, no son más que un espejismo de prosperidad y que tarde o temprano pasa a cobrarnos la factura de un almuerzo que nunca fue gratis, y es en torno a ésta reflexión, que surge de acuerdo al catecismo intervencionista el estado como último salvador, así a través de una operación que flagrantemente viola el dogma del libre mercado de no intervención en la economía mantiene una vez más a flote un barco que tarde temprano está destinado a hundirse, a través de su muy comedida solidaridad, al hacernos pagar a todos las pérdidas provocadas precisamente por sus intervenciones.
Ahora bien, si no es una consecuencia del Capitalismo, si el mercado no tiene nada que ver, ésta crisis tiene que ser consecuencia de algo, ése algo es lo que nos proponemos rastrear en éstas cortas líneas.
La crisis, para los no informados, inició el año pasado con lo que se ha denominado la “crisis sub-prime”, hipotecas de alto riesgo que cayeron en insolvencia y que dispararon una caída de naipes en buena parte del sistema financiero, especialmente en EEUU, pero también fuera, ya que muchos de los flujos destinados a la financiación de las hipotecas habían sido respaldados por transacciones a través de agentes superavitarios de capital que pertenecen a economías no americanas. Pero esto realmente sólo es un efecto, no una causa. Es el resultado lógico de un nuevo ciclo económico generado por las manipulaciones del sistema monetario estadounidense durante lo que va del siglo XXI. La política de expansión monetaria que promocionó la Reserva Federal de los EEUU es la causa principal de la actual crisis.
Y ¿Qué es una expansión monetaria? , cuando un país presenta indicadores que muestran un sostenido aumento de los precios, una caída en la producción y además un incremento en el nivel del desempleo, hablamos de una recesión que es el punto más álgido de un ciclo económico. La idea de la intervención del gobierno a través de políticas económicas como mecanismo para poder superar procesos de recesión son la causa fundamental de una expansión monetaria, así el gobierno a través de su banco central, realiza operaciones de mercado y aumenta la cantidad de dinero circulante en la economía ofreciendo por los instrumentos de deuda un precio muy superior al del mercado con lo cual logra filtrar grandes cantidades de dinero dentro de la economía, de ésta manera el costo del crédito se reduce, así la tasa de interés cae y se presentan mayores incentivos para la inversión lo que genera un incremento en la producción de bienes y servicios que trae como consecuencia un proceso de estabilización que logra sacar al país de la crisis. Teóricamente, y en la pizarra de cualquier clase de economía esto es posible, pero la realidad nos muestra que no es tan sencillo como parece ya que al reducir los costos crediticios de manera artificial, lo que se hace es generar expectativas erróneas en los agentes deficitarios de capital que asumen riesgos en disposición a costos relativamente bajos a pagar en el futuro, pero ya que no se puede mantener de forma eterna y artificial la reducción de la tasa de interés, ésta al volver a su nivel real, genera que aquellos agentes receptores de capital, no puedan cumplir con sus obligaciones ya que su expectativa eran tasas de interés bajas, pero el incremento de la misma les genera ahora un incremento en sus fondos destinados a amortizar los préstamos por el uso del mismo o la adquisición de bienes muebles o inmuebles.
Aquí entramos al quid del problema, y en efecto, tanto la manipulación de la emisión monetaria como las regulaciones en los mercados financieros, como el fomento gubernamental de hipotecas de alto riesgo, como las operaciones de “salvataje” de empresas privadas, así como el uso de los recursos tributarios para evitar que las empresas privadas sufran pérdidas y quiebren, son acciones típicas de un sistema mercantilista y no de uno capitalista, ya que en éste el estado no le hace favores a nadie las ganancias son privadas y no se socializan las pérdidas.
Pregúntese el lector, ¿Quién manipuló la tasa de interés para que ésta llegara a los niveles más bajos de los últimos 30 años, causando un boom crediticio? ¿Quién incrementó el gasto de tal manera que la deuda pública estadounidense alcanzó los nueve mil millardos de dólares? Fueron el Banco Central y el Gobierno de los EUA, respectivamente. Así que la “tormenta perfecta” o “crisis final del Mercado” fue concebida, creada y engendrada dentro de aquellas instituciones públicas que primero lanzan la piedra y luego esconden la mano. Imagínese, ¿Quién sale ahora al “rescate”? ¡El Gobierno! ¿Y a quién le echa la culpa? A los bancos, adonde fue a parar toda esa liquidez y quienes la invirtieron en lo que, ahora se sabe, fueron malos instrumentos. ¿Y qué solución se propone? Regulación. Imagínese la ironía: el ciego guiando al supuesto otro ciego. Ahora sucedió lo que tenía que pasar, cuando se vuelve a manipular los precios del crédito para dar la impresión de que una casa es más accesible de lo que en realidad era. ¿Y qué pasa cuando el banco central levanta de nuevo la tasa de interés? Que la gente ya no puede pagar y la hipoteca se vuelve “tóxica” es decir impagable, lo que genera que los deudores caigan en default y que los acreedores “Bancos” no puedan cumplir sus compromisos con sus respectivos clientes y tengan que declararse en bancarrota. Al revisar la historia de las llamadas “crisis financieras”: las mexicanas y argentinas, las de EUA, la rusa, la japonesa, etc. En todas ellas no encontrará “la mano invisible del mercado”, sino la “mano peluda y negra” de gobiernos y bancos centrales. Mientras uno gasta, el otro manipula el crédito. Explosiva combinación que usualmente termina en quiebras bancarias y crisis cambiarias.
Pregúntese usted si es moral, socializar pérdidas, cuando no se ha tenido que ver con el negocio, pues eso es lo que va pasar cuando el gobierno finalmente apruebe el tan mentado rescate financiero. Serán 700 mil millones de dólares de sus impuestos que se destinarán no a mejorar la calidad de servicios públicos, si no a un acto de contrición que salve a algunos bancos.
Y es que todo esto sucede porque no nos gusta ver hechos de forma objetiva, sino, de preferencia, culpar a la “avaricia del mercado”, porque no nos gusta pensar si no repetir, porque echarle la culpa al mercado está de moda y da cierto prestigio entre los intelectuales y economistas, si no pregúntenle a Chomsky o a Michael Moore. Y aunque la esperanza no es una de mis virtudes tal vez esto cambie el día en que los intelectuales y economistas, prefieran teorías certeras y planteamientos coherentes y no sólo teorías halagüeñas y democráticamente aceptada a pies juntillas por la mayoría de académicos, periodistas, políticos cual católicos creyentes en dogmas papales los cuales probablemente sepan de economía lo que un político latinoamericano sabe de decencia.

César León Quillas
e- mail: cesar_leon@economistas.com
Economía – Universidad de San Marcos
Lima – Perú
Instituto de Libre Empresa
http://www.ileperu.org/

No hay comentarios: